El levante perfecto excepto por un detalle

¿Nunca te paso de tener una salida planeada y decir “esta es mi noche de levante”?
A mi si, me paso y para esa noche me he tirado todo el porta cosméticos encima tal cual piñón fijo y todo el ropero, no todo no, lo que yo creía mas conveniente para esa noche (Y deci que no tengo conchero y corpiño con strass por que hubiese salido así).
Esa remerita verde, escotada, que hacia que mis lolas se vieran recién operadas, perfectas, que saqué del armario de mi madre.
Te bañas en perfume y, minutos antes de salir, te convertís por 5 segundos en La Loca De Mierda diciendo “Vamos, vamos a ganar!!!” o en mi estilo seria “Se viene noche de chongos”.
Llegas al boliche, entras y se te produce una sensación rara, indescifrable…
Miras a tu alrededor y notas hombres extraños, mimosos demasiado mimosos, abrís el plano visual y te das cuenta de que estas en un boliche gay y, como si esto fuese poco, es canilla libre.
Resumiendo, tu noche se reduce a gays y chongos demasiado cargosos, efecto del alcohol.
La noche aun es larga y decidís darle para adelante antes que volverte a tu casa e internarte en ese pijama que era de tu abuela.
Le pones onda, mucha onda y ya no es tan trágico ni tan reducido.
Disfrutas la barra libre y también aprovechas, para alimentar tu ego, piropos que lograr entender entre balbuceos de algún prototipo masculino excedido de alcohol.
De repente, hay algo que te llama la atención, un chongazo divino que te sonríe desde lejos.
Unos instantes después te ves matándote a besos en alguna columna del lugar. Ya no me importaba estar en el templo gay ni que el fernet que te daban era el de botellita de plástico (No se hagan los distraídos que todos compramos esa botellita alguna vez).
Paras un segundo y … ¿De algo hay que hablar? ¿Al menos saber el nombre no? Tu vida, la de él y te dice algo que te hace caer abruptamente en la realidad. Es bisexual!

Y bueh…todo no podía ser tan perfecto. Nunca en mi vida lo es. Igual recuerdo que era un súper chongazo.